Tap-tap es la historia de la Melodía y el Ritmo, dos personajes que se encuentran por casualidad y descubren que hacer las cosas juntos es mucho mejor que hacerlas por separado.
Con seis bailarines en el escenario, pequeñas tarimas de madera y alfombras sonoras, el espectáculo es un viaje a través de los diferentes ritmos musicales. El claqué, la percusión corporal y el baile de arena sobre diferentes superficies interactúan con la melodía del canto o el xilófono.
Tap-Tap se estructura mediante una serie de coreografías breves que exploran el mágico mundo de los sonidos. El público tiene que adivinar los diferentes tipos de ritmos y sonidos que ejecutan los bailarines.
La compañía dispone de un pequeño dosier pedagógico para escuelas.
Guillem Alonso se rodea de seis jóvenes bailarines de una nueva generación, con los cuales quiere hacer llegar al público la esencia del claqué, principalmente como instrumento y elemento rítmico y visual.